Antes, al salir de un establecimiento uno de los costes del mismo era la bolsa de plástico en la que el cliente se llevaba los productos adquiridos.
Nos dijeron que la cantidad de residuos de plástico era excesiva y para evitar problemas medioamientales se tomarían medidas.
La principal medida llevada a cabo fue, que la bolsa de plástico se le cobra al cliente, pasa de ser un coste fijo para el establecimiento para pasar a ser una compra opcional por parte del cliente.
La otra medida adoptada fue la comercialización de bolsas más resistentes para ser reutilizadas, al parecer también de complicada degradación una vez desechada.
Desconozco el dato exacto, si realmente ha disminuido la generación de residuos de plástico solo con la medida de la bolsa de plástico, en comparación a las toneladas de plástico que generamos en términos absolutos y su porcentaje.
Desde luego el hecho de producir la bolsa de plástico de manera indiscriminada e imputarle el coste al cliente, más la carga emocional medioambiental, publicidad gratis y además lucrarse con ello... sería inaceptable en otros lugares del mundo.
Otros países utilizan bolsas de papel, por lo general, papel reciclado de baja calidad, que no genera los problemas residuales antes comentados. Y no se cobra la bolsa ya que es para que el cliente se pueda llevar sus productos.
Y también pequeñas asociaciones comerciales se han preocupado de conseguir una bolsa de plástico biodegradable que no se le cobra al cliente.
La idea al final del asunto es:
Si yo pago la bolsa, no quiero hacer propaganda de ningún sitio y por lo tanto tienen que cobrarme ese producto sin estampar, por el contrario si me la regalan para que compre sus productos acepto hacer propaganda sin cobrarles nada.
Lo que es el colmo es pagar sus bolsas y encima hacer propaganda.